No junto a ti.

Al fondo un cielo arrojado con unas nubes que se esbozan en el horizonte.
En el plano inferior un pueblo costero, con nombre y poblaciones y vidas y conciencias. El reflejo del sol en el atardecer se posaba sobre tu cara, ardiente. Observas y te imaginas historias de su población. Piensas en tu país, en tu familia, quieres compartirlo. Tu paz interna recién encontrada y un respiro cortado al clic de la cámara. Y en ella una llamada “Ven te quiero mostrar lo que estoy viviendo”. Yo sonrío. Y me enfundes una paz en la desesperación de no terminar mis estudios para el examen de mañana. Estoy enfrente de la computadora y hago regresiones junto con mi libro de econometria al lado. Solo trato imaginarte en la combi, en el trayecto, en el niño y su pelota, en ti una vez mas observando como puedes hacerlo quieto y silencioso. Me gustaría estar allí junto, observando y en silencio saber que los dos observamos lo mismo. Si ya me di cuenta. Si ya me di cuenta.